Historia

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1. EDAD MEDIA (SIGLO XII): LOS ORÍGENES DE UNA PEQUEÑA ALDEA

Desde finales del siglo XII está documentada la pertenencia de Aldeanueva de la Serrezuela a la Comunidad de Villa y Tierra de Aza (la primera Comunidad del condado de Castilla que se fundó, en el siglo X, con un nuevo sistema organizativo para la repoblación y defensa de los territorios conquistados al otro lado del Duero, y que gozó de amplios privilegios y libertades). En este marco histórico, en las tierras más altas de esta Comunidad (a unos 1.150 metros de altitud), entre montes y prados, propicios para la caza, el aprovisionamiento de leña y el pastoreo, surge una nueva aldea a los pies de la vieja y suave sierra de La Serrezuela. Probablemente, en una repoblación tardía ya bien avanzado el siglo XII, un puñado de leñadores y pastores se estableció con sus familias en este lugar de abundante agua, con numerosos manantiales en las laderas y pie de la sierra; en un terreno poblado de montes de roble y encina con pastos frescos para el verano.
 

2. EDAD MEDIA (SIGLO XIV): PERMUTA Y CAMBIO DE JURISDICCIÓN

Consolidadas las tierras de la Extremadura castellana, los reyes dejaron de apoyarse en las Comunidades de Villa y Tierra y fueron mermando sus territorios, sus derechos y libertades en favor de la nobleza cortesana. Así, el lugar de Aldeanueva, después de unos doscientos cincuenta años de existencia, fue donado a Don Pedro González de Mendoza (señor de Hita y de Buitrago). Este noble era ya, en esos momentos, un importante ganadero (de ovejas y vacas), con una alta posición en la corte como mayordomo del príncipe Juan, hijo del rey Enrique II. En el año 1375, la reina Juana Manuel, esposa de Enrique II y señora de Sepúlveda, permutó con D. Pedro los lugares de Somosierra y Robregordo, pertenecientes a la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, por el lugar de Aldeanueva. Por este motivo, sin perder los derechos comunitarios de Aza sobre montes, pastos y aguas, nuestro pueblo pasó a la jurisdicción de la villa de Sepúlveda, en la que se mantuvo hasta mediados del siglo XIX.

3. EDAD MODERNA (SIGLO XVI): NUEVOS  MONTES PARA ALDEANUEVA  

En carta firmada y sellada en 1512, la reina Juana, la Loca (señora de Sepúlveda), informada de la continua destrucción de los montes del lugar de Aldeanueva de la Serrezuela para ampliar las tierras de labor y plantar viñas, y que, por ello, había falta de montes para los ganados y de leña para la provisión de los vecinos, ordena a sus habitantes que planten dentro del término algunos montes, pinares y arboledas para "pastos y abrigos para los ganados con el menor daño y perjuizio que se pueda de las dhas (dichas) lavranzas (...) para que en ese dho lugar aia abasto de leña". Asimismo, manda que "los montes que agora teneis se guarden e conserven y que no se corten ni talen". Establece también la reina en su carta que una vez que los montes y arboledas hayan crecido, "el pasto común de ello quede libremente para sienpre xamas (...) para los ganados de los bezinos de ese dho lugar e sin que paguen por ello cosa alguna".

4. EDAD MODERNA (SIGLO XVIII): RESPUESTA AL CATASTRO DE ENSENADA

En 1751, más de 600 años después de su posible fundación, los vecinos de Aldeanueva responden al interrogatorio del Catastro del Marqués de la Enseñada. Dicen que el lugar sigue siendo de realengo (propiedad de la Corona), sujeto a la jurisdicción de la villa de Sepúlveda. Y que "el término privativo de este lugar solo consiste en lo que comprende su situación (…). Las tierras de sembradura y monte son comunes de él y de la villa y tierra de Haza, (…) cuia circunferencia será de tres cuartos de legua" (unos 4.180 metros). Añaden que el pueblo posee un monte común del que todos los vecinos se aprovechan de leña y pasto, establecido así por "Real cédula concedida por la reina Doña Juana y Don Carlos su hijo". Dicen también que hay 33 vecinos y 40 casas, con la del concejo (ayuntamiento), la fragua y la del curato; que hay 36 labradores (incluidos hijos y criados), cinco pastores, un herrero, un tejedor de lienzos, un tabernero, un panadero…; además de maestro, cirujano, cura y sacristán.

5. EDAD CONTEMPORÁNEA (SIGLO XIX): ENTRE SEGOVIA Y BURGOS

La antigua provincia de Segovia llegaba hasta el Duero, y, por tanto, la  Comunidad de Villa y Tierra de Aza siempre formó parte de ella. Con la nueva división provincial de España en 1833, de los trece pueblos que seguían (y siguen en la actualidad) integrando la Comunidad, once pasaron a la provincia de Burgos (Adrada, Castrillo, Fuentecén, Fuentelisendo, Fuentemolinos, Hontangas, Haza, Hoyales, La Sequera, Moradillo y Valdezate), los dos restantes se mantuvieron en Segovia (Aldeanueva y Aldehorno). Por esas fechas, según el Diccionario Madoz, nuestro pueblo tiene ya 41 vecinos, que habitan "43 casas esparcidas, sin formar calles, todas de de un solo piso, excepto la del cura que tiene dos. (…) Produce centeno, trigo y cebada; se mantienen cinco palomares, tres puestos de colmenas, algún ganado lanar y cabrío, 27 caballerías de vacuno cerril, 16 de labor, 3 yuntas de mulas…"

6. EDAD CONTEMPORÁNEA (SIGLO XIX): EL TÉRMINO JURISDICCIONAL

Mediado el siglo, cuando todos los lugares de la Comunidad de Aza habían alcanzado la condición de villa, Aldeanueva, situada donde confluyen las cuatro Comunidades de Villa y Tierra de Aza, Sepúlveda, Torregalindo y Fuentidueña, seguía siendo un lugar cuyo término estaba reducido a las viviendas de sus habitantes. La jurisdicción civil ordinaria pertenecía a la alcaldía mayor de Sepúlveda, y la de las tierras circundantes, al presidente de la Comunidad de Aza. Los vecinos se quejaban de estar "sujetos a un sin fin de autoridades y sumidos en la mayor miseria", y que era "de absoluta necesidad el que se les dé algún término propio si es que no se quiere deje de existir". En 1845, Victoriano Hernando (hijo ilustre y benefactor de Aldeanueva), en nombre de los vecinos, escribió a la reina Isabel II solicitando "que se le señale un término propio y suficiente donde pueda ejercer su jurisdicción con toda plenitud e independencia". Después de ocho años de consultas e informes, la reina, por Real orden de 1853, concede lo solicitado: "se proceda a señalar el termino jurisdiccional de Aldeanueva de la Serrezuela, tomando una porción de cada uno de los colindantes cuya extensión de punto a punto de los cardinales deberá ser de una legua prosimamente" (unos 5.500 metros). Fuentenebro recurrió y finalmente, en 1859, su porción quedó excluida del término inicial. La consolidación de sus límites fue larga y laboriosa, no exenta de discordia con algunos de los pueblos vecinos (en particular, con Aldehorno, quizá por su mayor proximidad).    

7. EDAD CONTEMPORÁNEA (SIGLO XX): "SERREZUELA DE HERNANDO"

Victoriano Hernando y Palacios nació en Aldeanueva de la Serrezuela en 1783 en una familia humilde. Pastor en su infancia, criado adolescente en diferentes localidades de Segovia y Valladolid y maestro de niños en Madrid, fundó en 1828 una de las empresas más importantes y prestigiosas dedicadas a la educación (libros de texto, de lectura y todo tipo de material escolar): la Casa Editorial Hernando (con actividad hasta 1985). Don Victoriano vivió y murió en Madrid en 1866, pero siempre se ocupó de su pueblo y de sus gentes: corrió con los gastos de la delimitación del término conseguido por su insistente mediación; pagó las obras de ampliación de la vieja casa del concejo, resultando un moderno edificio de dos plantas con dependencias para ayuntamiento, escuelas y juzgados; dio trabajo en su editorial a familiares y vecinos… Por todo ello, el ayuntamiento, en 1928, solicitó al Ministerio de la Gobernación el cambio de nombre del pueblo. Y dado que este era más conocido en toda la comarca como la "Serrezuela", los vecinos propusieron que se llamara "Serrezuela de Hernando". Pero, con el informe negativo de la Real Sociedad Geográfica, el Ministerio estimó no procedente "que para perenne recordación se haga preciso dar su nombre" a dicha localidad.

8. EDAD CONTEMPORÁNEA (SIGLO XX): EL PERÍODO MÁS PRÓSPERO

Aldeanueva vive su particular etapa de crecimiento y de emblemáticas mejoras sociales en la década de los 30: alcanza los 425 habitantes en el censo de 1930, la luz eléctrica había llegado en 1927, se inaugura el frontón de pelota en 1932, las nuevas escuelas, que Cristina Perlado manda construir en memoria de sus padres (pertenecientes a una de las familias sucesoras de Don Victoriano), son donadas e inauguradas en 1934, llega el agua al centro del pueblo desde algunas de las fuentes de las laderas de la sierra (1936)… El crecimiento de población toca techo en estos años e inicia un lento descenso, que en 1960 ya supone la pérdida de algo más de cien habitantes (jóvenes en su mayoría). Pese a ello, a comienzos de los 60 el pueblo tenía más de 130 casas (30 con corrales y dependencias anexas para los animales de labor y 3 grandes casonas, residencias veraniegas de familias sucesoras de Don Victoriano), más de 60 tenadas, 20 palomares, 5 lagares y 2 molinos. Había 12 rebaños de ovejas (con un total próximo a las 2.000 cabezas), 77 vacas y unas 40 yuntas de "machos" y burros.

9. EDAD CONTEMPORÁNEA (SIGLO XX): DESPOBLACIÓN Y DECADENCIA

Como en el resto de los pueblos de España, en los años 60 se intensifica la marcha hacia las ciudades (principalmente, Madrid). Son los jóvenes los que buscan una alternativa a la vida en una tierra escasa y poco fértil, con un trabajo nada mecanizado, que genera una economía casi de subsistencia. Como consecuencia, a comienzos de los 70 la población de Aldeanueva era bastante menor y más vieja (173 habitantes, según el censo de 1970). Pero el auténtico éxodo se produjo entre 1973 y 1976: en una marcha especialmente tardía, en plena crisis del petróleo, emigran más de 20 familias. En esta ocasión son los padres de mediana edad, los hermanos, los primos… quienes, por el "efecto llamada", toman la dura decisión de dejar sus hogares de "toda la vida". En general, más que unas mejores condiciones económicas, se buscaba reunir o reunirse con la familia, y eso en el pueblo ya solo era posible en las vacaciones. A finales de los 70, con una población que ronda los 100 habitantes, en Aldeanueva quedan muy pocas familias jóvenes, muchos mayores y casi ningún niño.

10. EDAD CONTEMPORÁNEA (SIGLO XX): ASOCIACIÓN DE HIJOS Y AMIGOS

La segunda mitad de los 70 fue quizá la etapa más triste de Aldeanueva: los que se fueron, ilusionados con una nueva vida en la ciudad, se olvidaron un poco de su pueblo y únicamente volvían en vacaciones de verano. Los que se quedaron se sintieron algo solos y abandonados. La convivencia y la relación se resintieron: reproches, recelos, desconfianza… El aspecto del municipio también cambió: casas cerradas, edificios descuidados, calles con maleza, escasa iluminación pública… Ante una realidad tan dura y un futuro sin esperanza, un grupo de hijos y amigos de Aldeanueva, en su mayoría jóvenes (los organizadores de las fiestas y actividades socioculturales de los veranos, dirigidos por el histórico "alcalde de los mozos", Miguel Ángel Antón), promueve la creación de una asociación que nos mantenga unidos y organizados, realice actividades a lo largo de todo el año (Navidad, Semana Santa, fines de semana largos…) y ayude al ayuntamiento en el mantenimiento y mejora del pueblo. Se trataba de volver a unir en una misma causa a los vecinos, a los que ya no lo eran y a los que nunca lo habían sido: recuperar la vida y la convivencia de y en el pueblo. Así nació, en el verano de 1978, la Asociación de Hijos y Amigos de Aldeanueva de la Serrezuela "La Serrezuela", con muy buena acogida y alta afiliación desde el principio. Y es opinión generalizada su decisiva contribución a la importante recuperación y mejora que hoy presenta aquella aldea nueva nacida hace casi 900 años, aunque solo tenga hoy poco más de medio centenar de personas censadas.

Documentación y redacción: Gregorio Delgado Arroyo y Miguel Ángel Delgado Antón