Flora y vegetación

Si de algo puede presumir el entorno de La Serrezuela es del riquísimo patrimonio natural que posee. Prueba de ello es la catalogación como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) de una buena parte del término municipal de Aldeanueva de la Serrezuela. Esta figura de protección ambiental está destinada a la creación de una red de ecosistemas cuyo fin es la conservación de los hábitats naturales de flora y fauna, garantizando la biodiversidad. En este caso el LIC de Aldeanueva esta formado principalmente por una gran superficie boscosa de roble rebollo (Quercus pyrenaica), quejigo (Quercus faginea) y encina carrasca (Quercus ilex), especies autóctonas que desde tiempos inmemoriales han prestado sus recursos a los habitantes de la zona.

Si nos fijamos en la totalidad del término municipal podemos encontrar dos zonas de monte claramente diferenciadas:

La Serrezuela, la zona más elevada, por encima de los 1150 m., en la que destaca un amplio pinar de repoblación, con algunas escasas muestras de la flora autóctona como fueron la sabina (Juniperus thurifera) y el enebro (Juniperus comunis). En los espacios yermos y pedregosos proliferan las aulagas.

El monte bajo, poblado por amplias áreas de matas de rebollo y de frondosas carrascas cuando el término municipal desciende hacia los páramos próximos. Junto a ellas, en los claros, la jara (Cistus laurifolius). Las plantas aromáticas como el tomillo (Thymus mastichina), el espliego (Lavandula angustifolia) y el cantueso (Lavandula pedunculata) inundan este paisaje creando un color olfativo muy completo. Por su parte, en las riberas de los arroyuelos que nacen en La Serrezuela encontramos choperas (Populus nigra) y sauces (Salix atrocinerea), fácilmente reconocibles en el paisaje.

Por último debemos destacar la riqueza micológica de la zona, siendo el níscalo y la seta de cardo las dos especies más valoradas.

Destacamos